China y la paradoja de su superávit comercial.
La paradoja del superávit comercial de China radica en que, a pesar de su persistente excedente comercial, impulsado por una economía orientada a la exportación, enfrenta desafíos estructurales que limitan los beneficios internos de este superávit. A continuación, desgloso los puntos clave:
- Superávit comercial sostenido: China ha mantenido un superávit comercial significativo durante décadas, gracias a su capacidad manufacturera, costos laborales competitivos y políticas que favorecen las exportaciones. En 2024, el superávit comercial alcanzó niveles récord, con exportaciones superando los $3.4 billones de dólares, según datos de la Aduana china.
- Paradoja económica:
- Acumulación de reservas vs. consumo interno: Gran parte del superávit se traduce en reservas de divisas (más de $3.2 billones en 2024), pero no necesariamente en un aumento del bienestar doméstico. La economía china depende excesivamente de las exportaciones, mientras que el consumo interno sigue siendo débil, representando solo el 38% del PIB, comparado con el 70% en economías desarrolladas.
- Desigualdad y ahorro: Los hogares chinos ahorran una proporción alta de sus ingresos (tasa de ahorro del 45%), en parte por la falta de una red de seguridad social robusta, lo que limita la demanda interna y perpetúa la dependencia de las exportaciones.
- Impacto global: El superávit genera tensiones con socios comerciales, como EE. UU. y la UE, que acusan a China de prácticas desleales (subsidios, dumping), lo que ha llevado a aranceles y restricciones comerciales.
- Desafíos estructurales:
- Rebalanceo económico: China intenta desde hace años reorientar su economía hacia el consumo interno, pero las reformas son lentas. Las políticas de estímulo, como las de 2024, se han centrado más en infraestructura que en impulsar el gasto de los hogares.
- Dependencia de exportaciones: La fortaleza del sector exportador contrasta con la debilidad en sectores como el inmobiliario, que enfrenta una crisis desde 2021, afectando la confianza del consumidor.
- Tensiones geopolíticas: Las restricciones tecnológicas de Occidente y la deslocalización de cadenas de suministro (nearshoring) amenazan la sostenibilidad del superávit a largo plazo.
- Perspectivas: Para resolver esta paradoja, China necesita fortalecer su mercado interno mediante reformas que aumenten el gasto de los hogares, mejoren la seguridad social y reduzcan la desigualdad. Sin embargo, la transición es compleja, ya que un cambio abrupto podría desestabilizar la economía.
En resumen, el superávit comercial de China refleja su fortaleza industrial, pero también expone una economía desequilibrada que lucha por traducir su éxito exportador en prosperidad interna, atrapada en una paradoja de crecimiento externo frente a fragilidad doméstica.
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