¿Por qué no debes comprar deuda pública, y sobre todo la de largo plazo? Caso de EEUU.

 



No comprar deuda pública, especialmente la de largo plazo, puede argumentarse por varias razones, aunque depende del contexto económico, los objetivos del inversor y la situación del país emisor. Aquí van los motivos principales, explicados de forma clara y concisa:
  1. Riesgo de inflación: La deuda pública a largo plazo (bonos con vencimientos de 10, 20 o 30 años) suele tener rendimientos fijos. Si la inflación aumenta, el valor real de los pagos futuros disminuye, lo que reduce el atractivo de la inversión. En entornos de inflación alta o incierta, los bonos a largo plazo pierden valor.
  2. Riesgo de subida de tipos de interés: Los precios de los bonos caen cuando los tipos de interés suben, y los bonos a largo plazo son más sensibles a estos cambios (mayor duración). Si los bancos centrales elevan los tipos para controlar la inflación, el valor de mercado de la deuda pública a largo plazo puede desplomarse.
  3. Riesgo de solvencia del emisor: Aunque la deuda pública de países desarrollados se considera "segura", los bonos a largo plazo están más expuestos a cambios en la percepción de solvencia del gobierno. En países con altos niveles de deuda o problemas fiscales, el riesgo de incumplimiento (o reestructuración) aumenta con el tiempo.
  4. Falta de liquidez relativa: Aunque los bonos públicos suelen ser líquidos, los de largo plazo pueden tener menor demanda en ciertos mercados, lo que dificulta venderlos rápidamente sin pérdidas significativas en momentos de crisis.
  5. Oportunidad de inversión: El dinero invertido en deuda pública a largo plazo está "atado" durante mucho tiempo, lo que puede limitar la capacidad de aprovechar otras oportunidades de inversión más rentables, como acciones o activos alternativos, especialmente en un entorno de crecimiento económico.
  6. Rendimientos bajos en entornos de tipos bajos: En muchos países desarrollados, los bonos a largo plazo han ofrecido rendimientos muy bajos o incluso negativos en términos reales (descontando inflación). Esto los hace menos atractivos frente a otros activos con mayor potencial de retorno.
¿Por qué la de largo plazo es más riesgosa?
  • Mayor sensibilidad a cambios económicos: Los bonos a largo plazo tienen una duración más alta, lo que los hace más vulnerables a fluctuaciones en los tipos de interés y la inflación.
  • Incertidumbre a largo plazo: Predecir la estabilidad económica o fiscal de un país en 20 o 30 años es más difícil que en plazos cortos, lo que aumenta el riesgo.
Excepciones
  • Diversificación: En carteras conservadoras, la deuda pública a largo plazo puede servir como activo de refugio o para equilibrar riesgos.
  • Entornos de deflación: Si los precios caen, los bonos a largo plazo pueden ser atractivos, ya que su valor real aumenta.
  • Países con alta estabilidad: La deuda de países con economías sólidas (como EE.UU. o Alemania) sigue siendo vista como segura, aunque no exenta de riesgos.
Conclusión
Evitar la deuda pública a largo plazo puede ser una decisión prudente si esperas inflación, subidas de tipos de interés o inestabilidad fiscal. Sin embargo, la conveniencia depende de tu perfil de riesgo, horizonte temporal y las condiciones macroeconómicas. Si buscas seguridad, los bonos a corto plazo suelen ser menos volátiles, pero siempre evalúa el contexto económico y consulta con un asesor financiero para decisiones específicas.

El caso de EEUU es paradigmático debido al aumento de los seguros de impago(CDS) de hoy día, indicando ya desconfianza del mercado debido al aumento de la deuda pública y la pérdida de confianza en el dólar.
Las políticas de Trump solo hacen aumentar la volatilidad de los mercados financieros, y sobre todo el de EEUU.





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