Evolución de la economía rusa desde el inicio de la invasión a Ucrania.
La economía rusa ha experimentado una evolución compleja desde el inicio de la invasión a Ucrania el 24 de febrero de 2022. A continuación, se presenta un análisis detallado de los principales aspectos económicos, basado en la información disponible hasta mayo de 2025:
1. Impacto inicial (2022)
- Contracción económica: En 2022, la economía rusa se contrajo un 2,1% según estimaciones del Banco Mundial, el FMI y la OCDE, un impacto menor al esperado debido a las sanciones internacionales sin precedentes impuestas por Occidente. Estas sanciones incluyeron el congelamiento de 300.000 millones de euros en reservas del Banco Central de Rusia, restricciones al sistema financiero (como la exclusión de bancos rusos del sistema SWIFT) y límites a las exportaciones de tecnología y bienes.
- Caída del rublo y respuesta del Banco Central: En marzo de 2022, el rublo se desplomó, perdiendo hasta un 30% de su valor, y empresas como Gazprom y Sberbank vieron caídas del 97% en los mercados internacionales. El Banco Central de Rusia (BCR) respondió elevando la tasa de interés al 20% para estabilizar la moneda y reducir la oferta monetaria, lo que ayudó a recuperar el valor del rublo.
- Superávit comercial récord: A pesar de las sanciones, Rusia registró un superávit comercial de 211.000 millones de euros en 2022, impulsado por los altos precios de los hidrocarburos. Europa continuó comprando petróleo y gas ruso durante gran parte del año, y Rusia redirigió exportaciones a países como China, India y Turquía, que aumentaron sus compras de crudo ruso.
- Resiliencia inicial: El sector agrícola tuvo cosechas récord, y la industria armamentística creció, sosteniendo la actividad económica. Sin embargo, el consumo interno y la inversión se redujeron debido a la alta inflación y la incertidumbre.
2. Adaptación y economía de guerra (2023)
- Crecimiento inesperado: Contrario a las proyecciones iniciales de una contracción del 2,3% para 2023, el FMI estimó un crecimiento del 0,7%, y en 2024 revisó al alza su pronóstico a un 3,2%, superando a muchas economías del G7. Esto se debió a la militarización de la economía, con un gasto récord en defensa (6,3% del PIB en 2025, equivalente a 13,5 billones de rublos o 135.000 millones de euros).
- Redirección de exportaciones energéticas: Las sanciones de la UE, como el tope de precios al petróleo ruso (60 dólares por barril en diciembre de 2022), redujeron los ingresos por hidrocarburos en un 26,9% en enero de 2023 y un 41,7% en febrero de 2023 respecto al año anterior. Rusia sorteó estas restricciones utilizando una "flota en la sombra" de petroleros y aumentando exportaciones a China e India, con pagos en yuanes en lugar de dólares.
- Déficit presupuestario: En 2023, Rusia enfrentó un déficit presupuestario de 1,2 billones de rublos, frente a un superávit de 2,3 billones en 2021. Esto reflejó un aumento del 19,5% en los gastos federales, especialmente en defensa, y una caída del 47% en los ingresos por hidrocarburos en el primer semestre de 2023.
- Inflación persistente: La inflación alcanzó un 15,7% a fines de 2022, la más alta en 20 años en la región de Europa y Asia Central, y continuó alta en 2023. El BCR mantuvo tasas de interés elevadas para controlarla, lo que limitó el consumo y la inversión.
3. Situación reciente (2024-2025)
- Crecimiento desacelerado: En el primer trimestre de 2025, el PIB ruso podría haber caído un 0,3% con ajustes estacionales, debido a un debilitamiento de la producción industrial. El FMI proyecta un crecimiento del 1,3% para 2025, pero esto indica una desaceleración frente al 3,6% de 2024.
- Inflación elevada: La inflación anual alcanzó el 9,07% en diciembre de 2024, con un aumento semanal del 0,5% entre noviembre y diciembre, lo que llevó al BCR a mantener una tasa de interés del 21% para contrarrestarla. Algunos analistas en X sugieren que la inflación real podría ser del 20-30%, lo que justificaría la alta tasa de interés.
- Militarización y gasto público: La economía rusa se ha transformado en una economía de guerra, con fábricas de armamento operando 24/7 y un aumento en los salarios del sector militar-industrial. Sin embargo, esto ha desviado recursos de otros sectores, como infraestructura y desarrollo, afectando el crecimiento a largo plazo.
- Caída en ingresos energéticos: En 2025, los ingresos por petróleo y gas se prevén un 24% menores que las proyecciones iniciales, reflejando la dependencia de Rusia en los hidrocarburos y los efectos de las sanciones.
- Desafíos estructurales: La emigración de mano de obra cualificada, el envejecimiento de la población y las sanciones han limitado el acceso a tecnología y bienes occidentales, afectando sectores como el automotriz y el tecnológico. Aunque Rusia importa bienes a través de países terceros, esto encarece los costos.
4. Perspectivas y consecuencias a largo plazo
- Insostenibilidad del modelo: Analistas como Chris Weafer de Macro-Advisory advierten que la economía rusa está "rascando el fondo de la hucha" y que el enfoque en el gasto militar no es sostenible a mediano plazo, ya que desvía recursos de sectores clave para el desarrollo futuro.
- Sanciones y aislamiento: Aunque Rusia ha eludido parcialmente las sanciones, el aislamiento financiero y comercial con Occidente ha generado costos acumulados estimados en 1,3 billones de dólares para 2025, según el gobierno de EE.UU.
- Dependencia de China e India: La reorientación hacia Asia ha permitido a Rusia mantener ingresos, pero la dependencia de estos mercados y el uso del yuan limitan su autonomía económica.
- Pérdida de recursos humanos: La guerra y la emigración han reducido la fuerza laboral, con estimaciones de hasta 700.000 bajas (muertos y heridos) y millones de desplazados, lo que plantea un desafío para la reconstrucción económica.
Conclusión
Desde el inicio de la invasión, la economía rusa ha mostrado resiliencia a corto plazo, sorteando sanciones mediante la reorientación de exportaciones, un gasto militar récord y medidas del BCR. Sin embargo, la inflación persistente, el déficit presupuestario, la dependencia energética y la pérdida de recursos humanos evidencian vulnerabilidades estructurales. Aunque el crecimiento de 2023 y 2024 superó expectativas, las proyecciones para 2025 indican una desaceleración, y el modelo económico basado en la militarización es insostenible a largo plazo. La alta tasa de interés del 21% refleja los esfuerzos del BCR por controlar una inflación que podría ser mayor a la reportada oficialmente, mientras el país enfrenta crecientes desafíos para mantener su estabilidad económica.
Una economía dedicada a un invasión estancada puede perder precisamente por motivos económicos y sociales( emigración de los más cualificados).
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